La principal hipótesis apunta a un crimen político.
La ejecución a tiros de tres médicos en Río de Janeiro, entre ellos el hermano de una diputada federal de izquierda, sacudió a la política brasileña y sembró un mar de sospechas sobre la motivación de este crimen en una ciudad acostumbrada a la violencia. Además de una posible motivación política, otra de las líneas de investigación adoptadas por la policía de Río responde a que uno de los ortopedistas asesinados en la madrugada del jueves pudo haber sido confundido con el integrante de una milicia del oeste de la ciudad. Según informo Página12.
Entre las víctimas fatales figura Diego Ralf Bomfim, hermano de la diputada federal Samia Bomfim y cuñado del también diputado Glauber Braga, ambos del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Braga también es famoso por sus discursos contra las milicias de Río de Janeiro, los grupos parapoliciales de ultraderecha conocidos como escuadrones de la muerte que le disputan negocios a los narcos. El PSOL forma parte de la base de apoyo del gobierno del presidente Lula y está a cargo del ministerio de los Pueblos Originarios, conducido por Sonia Guajajara.
En el salvaje tiroteo también fallecieron Marcos de Andrade, director del Instituto de Ortopedia y Traumatología del Hospital de las Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, y Perseu Ribeiro Almeida, ortopedista y traumatólogo especializado en cirugías en el pie y el tobillo. Resultó herido un cuarto médico que permanece ingresado en un hospital. Todos venían de San Pablo y habían viajado a Río de Janeiro para asistir a un congreso internacional de ortopedia.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad, los cuatro médicos compartían mesa en un puesto de playa frente al hotel donde estaban hospedados, cuando un grupo armado se bajó de un vehículo blanco y efectuó al menos veinte disparos. Enseguida los sospechosos volvieron al automóvil y se marcharon del lugar.
En el momento del ataque había más clientes, pero todos ellos resultaron ilesos. «No hubo conversación, no hubogritos. Llegaron y dispararon. Fue muy, muy rápido. En cuestión de 30 segundos ya había sucedido todo. Entonces nos dimos cuenta de que no se trataba de un robo. Fue una ejecución», aseguró un testigo desde el lugar.
La policía abrió una investigación para esclarecer la autoría y la motivación de este triple homicidio que causó un gran impacto en la prensa local y sobre el que surgieron un sinfín de interrogantes. La principal línea de investigación valora la hipótesis de una ejecución, ya que los sospechosos abrieron fuego y abandonaron la zona sin llevarse nada con ellos.
El ministro de Justicia, Flavio Dino, insinuó sin ofrecer detalles la posibilidad de que se trate de un crimen de sesgo político, frente a lo cual ordenó a la policía federal acompañar de cerca el caso. En otro movimiento poco habitual, Dino envió al número dos del ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli, a Río para abordar el hecho con la cúpula de la policía federal y el gobierno regional.
Por la tarde surgió una nueva hipótesis que apuntaba a un crimen por error: la sospecha es que Perseu Ribeiro Almeida, una de las víctimas, fue identificado por los asesinos como Taillon de Alcántara Pereira Barbosa, acusado por el Ministerio Público estatal de formar parte de la milicia de Rio das Pedras. Barbosa fue detenido en noviembre de 2020 y condenado a 8 años y 5 meses de prisión. En marzo de este año fue puesto bajo arresto domiciliario y hace diez días salió en libertad condicional.
La investigación que condujo a su arresto es una rama de la «Operación Intocables» que tuvo como objetivo al expolicía militar Adriano da Nóbrega, vinculado a la familia del expresidente Jair Bolsonaro. La sospecha de la policía sobre la confusión de los asesinos se debe al parecido físico entre Barbosa y Almeida: pelo rapado, barba y gafas. Esta línea de investigación se ve reforzada por el hecho de que Barbosa tiene dos residencias a su nombre en la Avenida Lúcio Costa, cercana al lugar en el que se produjeron los asesinatos.