Por su parte, el jeque Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, aliado de Irán, afirmó hoy que la respuesta contra Israel por la muerte del número dos de Hamas será «inevitable».
Israel lanzó hoy nuevos bombardeos contra «infraestructura terrorista» de Hezbollah en el sur de Líbano, mientras el líder del grupo chiita dijo que es «inevitable» una respuesta al asesinato en Beirut del número dos Hamas, que elevó la tensión en la región y generó temor por una expansión del conflicto, mientras las fuerzas israelíes mantienen su ofensiva contra el movimiento islamista palestino en la Franja de Gaza, donde atacaron «más de 100 objetivos» en las últimas horas.
«Aviones de la Fuerza Aérea completaron un ataque contra el área de Eita al Shaab y Magdal Zon, en territorio de Líbano», indicó el Ejército en un mensaje en su página web, en el que resaltó que «varias infraestructuras terroristas de Hezbollah han sido destruidas, así como una posición y una instalación militar en la que operaban terroristas de la organización».
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, le dijo ayer a Amos Hochstein, enviado especial de Estados Unidos y asesor de la Casa Blanca, que «Israel prefería resolver el conflicto militar con Hezbollah a través de mecanismos diplomáticos, pero el tiempo para ello es limitado» y que el país «no tolerará las amenazas», según la agencia de noticias Europa Press.
Por su parte, el jeque Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, aliado de Irán, afirmó hoy que la respuesta contra Israel por la muerte del número dos de Hamas será «inevitable».
El ataque en Beirut «es grave y no quedará sin respuesta», advirtió Nasrallah en un discurso televisado, asegurando que su movimiento va a «responder» en el «campo de batalla».
«No podemos callarnos ante una violación de esta magnitud, porque significaría que todo Líbano estaría expuesto» en el futuro, declaró Nasrallah.
«Nuestros combatientes en todas las zonas fronterizas (…) responderán a esta peligrosa violación», añadió, según la agencia de noticias AFP.
El martes, Saleh al-Arouri murió junto a otros seis miembros de Hamas en un ataque atribuido a Israel contra una oficina del grupo islamista palestino en la capital libanesa, el primero que alcanza Beirut desde el inicio de la escalada entre Israel y Hamas el 7 de octubre.
Israel no reivindicó el bombardeo, pero fue acusado del mismo por Hamas, Hezbollah y el gobierno libanés, que presentó una demanda formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el ataque, que describe como «la escalada más peligrosa desde 2006», en referencia a la guerra que estalló ese año entre Israel y Hezbollah.
La queja asegura que Israel utilizó seis misiles en el ataque que mató a al-Arouri y que las fuerzas israelíes utilizaron espacio aéreo libanés para bombardear Siria.
Las autoridades libanesas reclamaron al Consejo de Seguridad que condene el ataque, presione a Israel para que ponga fin a este tipo de acciones y adopte «acciones decisivas» para impedir «nuevas agresiones» contra Líbano, según la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
Hezbollah y el Ejército israelí han estado intercambiando disparos casi a diario en la frontera entre Israel y el Líbano desde que comenzó el conflicto en Gaza el 7 de octubre.
En este contexto, el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Josep Borrell, realiza desde hoy una visita de dos días a Líbano para abordar «todos los aspectos» del conflicto en la Franja de Gaza y destacar la «importancia» de evitar una expansión del mismo en la región.
La oficina de Borrell detalló en un comunicado que el jefe de la diplomacia europea estará en Líbano entre hoy y el domingo y agregó que «la misión será una ocasión para discutir todos los aspectos de la situación en torno a Gaza, incluido su impacto en la región, especialmente la situación en la frontera entre Líbano e Israel».
Además, recalcó que servirá también para trasladar «la importancia de evitar una escalada regional y mantener el flujo de ayuda humanitaria a los civiles, que la UE ha cuadriplicado hasta los cien millones de euros» y destacó que Borrell «volverá a hacer hincapié en la necesidad de impulsar esfuerzos diplomáticos con líderes regionales con la vista puesta en crear las condiciones para lograr una paz justa y duradera entre Israel y Palestina, así como en la región».
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, también se encuentra en la región para buscar una desescalada del conflicto.
El secretario de Estado llegó hoy a Estambul y tiene previsto visitar Grecia, Israel, el enclave palestino de Cisjordania y cinco países árabes.
Blinken discutirá sobre «medidas inmediatas para incrementar considerablemente la ayuda humanitaria en Gaza», indicó a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
«No esperamos que todas las conversaciones de este viaje sean fáciles. Es evidente que la región se enfrenta a problemas difíciles y que nos esperan decisiones difíciles», apuntó e indicó que «el secretario cree que es responsabilidad de Estados Unidos liderar los esfuerzos diplomáticos para hacer frente a estos retos».
El viaje de Blinken, anunciado la semana pasada, es el cuarto a Medio Oriente desde el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamas lanzaron un ataque sobre territorio israelí que dejó cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, entre ellos una veintena de argentinos.
Israel declaró la guerra y desató una ofensiva contra la Franja de Gaza que dejó al menos 22.600 muertos, entre ellos mujeres y niños, de acuerdo con el último balance del Ministerio de Salud del enclave gobernado por Hamas.
El Ejército de Israel aseguró hoy haber atacado durante las últimas horas «más de cien objetivos terroristas» en el enclave palestino, incluidas «sedes militares» de Hamas, en medio del recrudecimiento de los combates en el centro y el sur de la Franja, consignó la agencia de noticias Europa Press.
En un comunicado en su página web afirmó que los ataques se llevaron a cabo «por tierra, mar y aire» contra objetivos que incluyen «posiciones de lanzamiento» y «edificios en los que había infraestructura terrorista, así como armas».
Las autoridades israelíes confirmaron además un ataque aéreo contra un «escuadrón terrorista» en el campamento de refugiados palestinos de Al Bureij y aseguró que el bombardeo fue llevado a cabo «tras identificar con certeza a los terroristas», en medio de las denuncias sobre el elevado número de víctimas civiles en la ofensiva en Gaza
Por otra parte, recalcó que los militares desplegados en el área de Khan Junis localizaron «varias posiciones de lanzamiento desde las que se realizaron disparos contra territorio israelí».
El Ministerio de Salud del enclave reportó 162 muertos en las últimas 24 horas. Los 2,4 millones de habitantes de la Franja de Gaza sufren además las difíciles condiciones de vida en la zona, donde faltan alimentos, medicamentos y agua, mientras Naciones Unidas calcula que hay 1,9 millones de desplazados.
Télam