«Hay un responsable directo que planeó todo esto y que cobardemente se escondió y abandonó Brasil de antemano, que fue el expresidente de la República», aseguró el actual titular del Ejecutivo brasileño.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da SIlva, acusó este viernes al exmandatario Jair Bolsonaro de haber planificado el intento de golpe de Estado que sus seguidores intentaron dar con el asalto a la sede de los tres poderes del Estado el 8 de enero 2023.
«Hay un responsable directo que planeó todo esto y que cobardemente se escondió y abandonó Brasil de antemano, que fue el expresidente de la República», aseguró Lula en una entrevista con el sitio de noticias Metrópoles, de Brasilia.
El mandatario se refirió al primer aniversario del 8 de enero, cuando miles de seguidores de Bolsonaro que acampaban frente al cuartel del Ejército para desconocer las elecciones en las que se había impuesto Lula invadieron, con connivencia policial y militar, la casa de gobierno, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal, destrozando todo a su paso.
Bolsonaro había dejado Brasil el 30 de diciembre, dos días antes de entregar el mando, rumbo a Estados Unidos, pero Lula considera que la campaña de noticias falsas contra el sistema electoral y el intento de golpe fueron obra del líder ultraderechista, que fue inhabilitado hasta 2030 a participar de elecciones.
«Es bien sabido que (Bolsonaro) no aceptó nuestra victoria, es bien sabido que intentó restarle credibilidad a la justicia electoral todo el tiempo, es bien sabido que intentó desmoralizar a todas las instituciones posibles. Lo planeó, cobardemente no tuvo el valor de asumirlo, se marchó y dejó a sus seguidores allí para llevar a cabo lo que hicieron», aseguró Lula.
El presidente sostuvo que el gobierno está interesado en investigar quién financió el movimiento golpista, que incluyó un acampe de dos meses frente a los cuarteles del Ejército de todo el país, en los cuales los bolsonaristas le pedían a los jefes militares violar la Constitución y desconocer las elecciones en las que se impuso Lula.
«Seguimos investigando, porque todavía tenemos que averiguar quién financió esto, quién garantizó las acampadas, no tenemos prisa, lo que queremos es que se haga justicia de hecho y de derecho para que nadie vuelva a atreverse a golpear el proceso democrático. En otras palabras, la democracia puede ser un régimen que todo el mundo puede criticar, pero no hay nada mejor. Es gracias a la democracia que gente como yo llegó a la presidencia y gente como ese expresidente también», aseguró.
Como ocurre desde su victoria electoral, Lula no pronuncia el apellido de Bolsonaro públicamente.
«Creo que si hay algún culpable es él, porque habló contra el sistema electoral antes, durante y después del mandato. Simplemente no tuvo el valor de asumirlo porque huyó de antemano. De hecho, no tuvo la grandeza de tomar juramento al presidente electo, que en este caso era yo. Creo que aún no estamos completamente libres de que otros lo intenten. Por eso tenemos que ser ejemplares a la hora de investigar y juzgar a estas personas», aseguró.
Lula también agregó que «todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia, pero todos tienen que ser juzgados y analizados con mucha atención, porque Brasil necesita definitivamente consolidar la democracia».
Entre los 1.390 acusados por el intento de golpe del 8 de enero se encuentra como responsable máximo el exministro de Justicia bolsonarista Anderson Torrres, quien en el momento del asalto estaba a cargo de la seguridad del gobierno de Brasilia y fue acusado de liberar la zona para permitir el levantamiento.
Bolsonaro fue interrogado por la Policía Federal por un video que publicó en la red Facebook después del asalto a la sede de los poderes, desde Orlando, Estados Unidos, en el cual insistía en divulgar noticias falsas sobre un supuesto fraude en su contra.
Lula realizará un acto en el Congreso el próximo lunes para conmemorar el primer año del intento de golpe y repudiar la avanzada golpista, una ceremonia en la que estarán gobernadores, jefes de los otros poderes y más de 500 invitados especiales.
Télam