El Gobierno está preparando una medida para desregular el transporte de larga distancia, lo que podría liberar los precios de los boletos.
En un movimiento que promete sacudir el sector del transporte en Argentina, el Gobierno está preparando una medida para desregular el transporte de larga distancia, lo que podría liberar los precios de los boletos. Esta iniciativa, liderada por Javier Milei, aún no tiene una fecha oficial de implementación, pero se espera que se anuncie en los próximos días, generando incertidumbre tanto entre empresarios del sector como entre los pasajeros que ya comienzan a planificar sus viajes de fin de año.
La medida, que no incluirá los servicios internacionales ni las frecuencias que transitan por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), busca eliminar el decreto 958/1992 y permitir a las empresas de transporte mayor libertad en la determinación de recorridos, horarios, precios, modalidades y duración de los servicios. En esencia, las compañías podrán fijar los costos de los pasajes sin estar sujetas a topes tarifarios, y podrán operar con mayor flexibilidad en cuanto a paradas y terminales.
¿Qué Cambios se Esperan?
Uno de los puntos más relevantes de esta desregulación es la posibilidad de que cualquier empresa que cumpla con los estándares de seguridad establecidos por la Secretaría de Transporte pueda prestar el servicio. Además, se creará un registro digital donde las empresas deberán inscribirse, informando detalles sobre la propiedad y capacidad de sus vehículos, el número de asientos, la nómina de conductores y las licencias de conducir. Este registro busca simplificar las exigencias para aquellos que deseen ingresar al mercado.
El objetivo del Gobierno con esta medida es fomentar la competencia, esperando que un mayor número de actores en el mercado lleve a una mejora en las condiciones del servicio y a una reducción de precios para los pasajeros. Sin embargo, esta lógica depende de cómo reaccione el mercado una vez implementada la normativa, lo que aún genera dudas y preocupaciones.
Incertidumbre y Malestar en el Sector Privado
La propuesta no ha sido bien recibida por las compañías de colectivos de larga distancia, que ven en esta desregulación una amenaza a la estabilidad del sector. Los empresarios advierten que la flexibilización en los requisitos para operar podría llevar a una saturación en las rutas más rentables, mientras que los destinos menos demandados podrían quedar desatendidos. Esto podría resultar en una reducción de la conectividad en localidades más pequeñas, afectando a miles de usuarios que dependen del transporte público para moverse por el país.
Otro punto de preocupación es la posibilidad de que la nueva normativa no incluya requisitos específicos para el transporte de personas con discapacidad, así como la relajación de los controles de seguridad vial, lo que podría comprometer la calidad y seguridad del servicio.
El sector privado está a la espera de los detalles finales de la medida, con la esperanza de que sus preocupaciones sean atendidas antes de que la normativa sea oficializada. Un representante de una de las empresas del rubro expresó su inquietud de manera contundente: “Esto no es un cambio de norma, de las reglas de juego, es el fin del transporte como se lo conoce”.
Impacto Potencial para los Viajeros
Para los pasajeros, especialmente aquellos que planean viajar a largas distancias durante las fiestas de fin de año, la medida podría tener un impacto directo en los costos y la disponibilidad de los servicios. Mientras algunos esperan que la competencia redunde en precios más bajos, la incertidumbre sobre la implementación de la normativa genera dudas sobre la calidad y cobertura del servicio en el futuro.
En resumen, la desregulación del transporte de larga distancia podría marcar un antes y un después en la forma en que los argentinos se movilizan por el país, y aunque la promesa de mayor competencia suena atractiva, el camino hacia su implementación está lleno de desafíos y riesgos que deberán ser cuidadosamente gestionados.