El papa Francisco invita al cuidado de la casa común, desde el santuario de la virgen de Huachana se organizan actividades virtuales hasta el 4 de octubre.
A raiz del día mundial por la tierra del cual se cumplieron 50 años el pasado 1 de septiembre, el papa Francisco a través de una encíclica, Laudato si, nos invita a reflexionar sobre la casa común la tierra hasta el próximo 4 de octubre día de San Francisco de Asis, declarándose este año 2020 como «Jubileo de la Tierra».
La virgen de Huachana tiene particularidades que la relacionan directamente con la naturaleza, desde el santuario de la virgen, su rector, el padre Juan Ignacio Liebana, el padre «Juani», nos manifestó: «se nos ocurrió hacer algo muy sencillo, cada domingos de 9 a 10 de la mañana se realiza una transmisión en vivo, rezamos con los peregrinos, con algunos textos del papa Francisco, con algunas reflexiones con todo lo que ayude a tomar conciencia de este cuidado del medio ambiente, la gente se va sumando, deja sus intenciones, proponemos alguna consigna, por ejemplo comenzamos el día de hoy, preguntando: donde lo encontramos a Dios a través de la creación, y muchos ponían en los amaneceres, en el canto de las aves, en el patio donde cuidan las plantas, distintas maneras de tomar conciencia sobre la creación del cuidado y la responsabilidad para ese cuidado» dijo.
También debemos volver a escuchar la tierra, que las Escrituras indican como adamah, el lugar del que fue formado el hombre, Adán. Hoy la voz de la creación nos urge, alarmada, a regresar al lugar correcto en el orden natural, a recordar que somos parte, no dueños, de la red interconectada de la vida. La desintegración de la biodiversidad, el vertiginoso incremento de los desastres climáticos, el impacto desigual de la pandemia en curso sobre los más pobres y frágiles son señales de alarma ante la codicia desenfrenada del consumo.
«La pandemia actual nos ha llevado de alguna manera a redescubrir estilos de vida más sencillos y sostenibles. La crisis, en cierto sentido, nos ha brindado la oportunidad de desarrollar nuevas formas de vida. Se pudo comprobar cómo la Tierra es capaz de recuperarse si la dejamos descansar: el aire se ha vuelto más limpio, las aguas más transparentes, las especies animales han regresado a muchos lugares de donde habían desaparecido. La pandemia nos ha llevado a una encrucijada. Necesitamos aprovechar este momento decisivo para acabar con actividades y propósitos superfluos y destructivos, y para cultivar valores, vínculos y proyectos generativos. Debemos examinar nuestros hábitos en el uso de energía, en el consumo, el transporte y la alimentación. Es necesario eliminar de nuestras economías los aspectos no esenciales y nocivos y crear formas fructíferas de comercio, producción y transporte de mercancías», fragmento de la encíclica Laudato si .