El conflicto comenzó luego de que la conductora de Masterchef le pusiera, días atrás, un «bozal legal» a su padre y a Barbasola para que no puedan hablar públicamente de ella ni de su enfermedad.

A días del regreso de Wanda Nara a Argentina para empezar su tratamiento en el Centro Médico Fundaleu, la mediática enfrenta un cruce legal con su padre, Andrés Nara, y su esposa, Alicia Barbasola.
El conflicto comenzó luego de que la conductora de Masterchef le pusiera, días atrás, un «bozal legal» a su padre y a Barbasola para que no puedan hablar públicamente de ella ni de su enfermedad. Wanda había expresado su disconformidad por el paso de ambos por los medios de comunicación cuando apenas le habían dado su primer diagnóstico y por eso decidió tomar esta medida. Según informó A la Tarde (América) la semana pasada, cada vez que el matrimonio la mencione públicamente, deberán abonar una multa de 100.000 pesos.
Sin embargo, ninguno de los dos reaccionó bien a la noticia y adelantaron que responderán legalmente al bozal legal. Según adelantó Barbasola en sus redes sociales, a través de su abogado Alejandro Cipolla va a apelar al pedido de Wanda.
Explicó que consideró que «la estaría censurando, utilizando herramientas jurídicas e influencias mediáticas«. Por esto es que decidió iniciar también acciones legales: «Me veo obligada a iniciar acciones legales a efectos de poder expresarme libremente conforme a mis derechos constitucionales».
Por último detalló que quien llevará adelante la apelación será Cipolla: «En este lineamiento solicité a mi abogado defensor Alejandro Cipolla que interponga recurso de apelación de la medida que pesa sobre mi persona».
En diálogo con Primicias Ya, Andrés Nara aseguró que él también se sumará a la medida: «La acción (de la contrademanda) la iniciamos los dos. Nosotros nunca hablamos mal de ella, mucho menos de los chicos, y nunca nos metimos en lo que está pasando por su salud«, aseguró.
En ese sentido aclaró: «Simplemente repetíamos lo que ella (Wanda) expresaba en los medios y siempre hablando bien, nunca hablando mal«.
«Este bozal legal es ridículo, nunca hablamos ni de la enfermedad ni de los hijos, así que estamos apelando en contra de esta medida injusta«, concluyó.
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