El presidente de Colombia cargó contras las presiones que el norte global ejerce sobre América del Sur como por ejemplo en la llamada «guerra de las drogas».
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cargó este martes, en la 78va. Asamblea General de Naciones Unidas, contra las presiones que el norte global ejerce sobre el sur latinoamericano en torno de los desplazados, el desentendimiento frente al cambio climático, la llamada «guerra de las drogas» y la exigencia de ayuda a Ucrania.
«Vimos profundizar lo que los ricos en Davos llamaron la policrisis: la guerra sigue, el hambre continúa y la crisis climática ha mostrado sus dientes llevándose miles de vidas y calentando los mares como nunca», dijo Petro, luego de recordar que el año pasado se incluyó a Colombia en la lista de «países terroristas, porque había ayudado a la paz» en su país.
El mandatario abordó con preocupación los efectos del cambio climático y la inacción del norte global, mientras continúa financiando la guerra de Ucrania que estalló hace casi 19 meses, el 24 de febrero de 2022.
El discurso se centró en una dura crítica al neoliberalismo que consume el planeta, sobre todo el sur, y deja en la pobreza e inanición a la población latinoamericana, obligándola a desplazarse hacia el norte, «no ya en busca de riqueza, sino en busca de agua líquida».
«La humanidad ha perdido y ha avanzado sin titubeos hacia la extinción», adelantó.
Describió que «una marcha incontenible, una multitud de todos los colores avanza por trocha, por mares, por selvas. Un fluído de tonos y vestimentas y culturas que se amalgaman en una gran marcha del sur al norte, es el éxodo de la humanidad que ha comenzado, hoy son decenas de millones, en 2070 habrán alcanzado 3.000 millones huyendo de sus lugares queridos».
«En mi Patria, en ese 2070 solo quedará desiertos, los pueblos irán al norte, no por la riqueza, sino que por el agua, los pueblos irán donde hay agua líquida, hacia el norte».
Petro explicó que el crecimiento del éxodo «habla de la derrota de la humanidad». «Perros en las fronteras, hombres a caballo que repelen (a los desplazados y migrantes) con látigos, cárceles en el mar para que no pisen el suelo de los blancos que aún se cree que es la raza superior», señaló.
Asimismo, resaltó que «la crisis climática es la madre de todas las crisis» y lamentó lo lejos que se está de alcanzar los objetivos de desarrollo humano de Naciones Unidas para 2030.
Al respecto, criticó a los «los países ricos de no invertir en la crisis climática, pero sí para tener dinero para sus guerras, para reprimir a agricultores de la hoja de coca y cannabis».
«Reprimen al cannabis, la droga de los jóvenes del 70, de la guerra de Vietnam, pero nunca a las drogas del neoliberalismo y la competencia, las drogas del yupi y de Manhattan, a la cocaína», señaló.
«Hoy hacen lo mismo con los agricultores y pequeños productores latinos que cultivan la hoja de coca y les toca enfrentarse al fentanilo en sus países», agregó.
«Esto solo muestra cómo avanza la crisis de la vida, cómo en lugar de dialogar sobre cómo defender la vida, decidimos perder el tiempo matándonos entre nosotros», dijo. «Parece como si la dirigencia se hubiera alejado de la gente», indicó.
«No estamos pensando en cómo expandir la vida en las estrellas, sino en cómo acabarla en nuestro planeta», insistió.
En el mismo tono, abordó la guerra en Ucrania, apoyada económica y militarmente por Estados Unidos, la Unión Europea y países miembro de la OTAN, y criticó el llamado a países latinoamericanos a «brindar ayuda» a Kiev.
«Nos han convocado a la guerra y se olvidaron que a nuestros países nos invadieron varias veces, los mismos que hoy nos hablan de luchar contra invasores», recordó y señaló que «las mismas razones por las que debemos defender a (Volodymyr) Zelenski, son por las que debemos atacar a Palestina».
En este sentido, habló del «juego de tronos y los juegos del hambre. Es hora de acabar con ambas guerras: Ucrania y Palestina», enfatizó.
Así, les habló a los países del norte global y más ricos del planeta: «Les propongo acabar la guerra para tener el tiempo de salvarnos».
Asimismo, pidió que Naciones Unidas auspicie «cuanto antes» dos reuniones de paz, «una en Ucrania y otra en Palestina, porque enseñarían a hacer la paz en el planeta, acabaría con la hipocresía y nos invitaría a ser sinceros».
Petro instó a los países a «acabar con la guerra para defender la vida», así como a «acabar la deuda y resolver el sistema financiero internacional».
«El objetivo de la vida y de la justicia se alcanza por los caminos de la democracia global y la revalorización de lo público. Quiero que mis nietos e hijos puedan vivir alejados del Apocalipsis y los tiempos de la extinción», afirmó.
Télam