El FMI advierte una profundización de la contracción económica en Argentina y proyecta que el PBI caerá 3,5% este año.
Este martes el Fondo Monetario Internacional dio conocer una actualización de las Perspectivas de la economía mundial que mostraron pocas variaciones con relación a las de abril.
El Fondo empeoró su proyección para la economía argentina en 2024, al estimar que el PBI caerá 3,5%, en una nueva actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés).
El panorama previsto por el organismo para la actividad económica del país este año evidencia una profundización de la recesión al pasar de una contracción del 2,8% pronosticada en abril a una actual del 3,5%. En cuanto a la proyección para el 2025, el reporte mantuvo el crecimiento esperado en torno al 5%.
En materia inflacionaria, el informe no dio nuevas precisiones pero en la conferencia donde se presentaron los nuevos datos, los funcionarios del Fondo destacaron la desaceleración del IPC en la Argentina y estimaron una mejora en la variación de precios anual al ubicarla en 140% para 2024, frente a la prevista en abril que marcaba 149,4%.
La economía mundial crecería 3,2% en 2024
Se mantuvo la estimación de crecimiento global en 3,2% para este año y en 3,3% en 2025.
Las economías avanzadas crecerían 1,7% en 2024 lideradas por Estados Unidos con una expansión de 2,6% mientras que en el caso de la zona euro será de 0,9%. Pero esa brecha sería menor en 2025. A su vez, ahora se estima que China crecerá 5%, mientras que en las proyecciones de abril o se esperaba un 4,6%. En América Latina el crecimiento llegará a 1,9% este año. Para Brasil se espera una suba del PIB de 2,1% mientras que en Argentina la contracción sería de 3,5%, una caída superior a la 2,8% estimada en abril, pero en 2025 crecería 5%.
Al presentar el informe las autoridades del FMI señalaron que el nivel de inflación en el sector de servicios demora la normalización de la política monetaria. Y la persistencia de altas tasa de interés hace más lenta la recuperación de la actividad.
El Economista