Las vacunas Soberana 02 y Abdala, las únicas candidatas en fase 3 desarrolladas en América Latina, ya se administraron a más de un millón de personas.
Cuba avanza a paso firme en convertirse en el primer país del mundo en inmunizar a toda su población contra el coronavirus con vacunas propias, tras administrar a más de un millón de personas la Soberana 02 o la Abdala, las únicas candidatas en fase 3 desarrolladas en América Latina y que ya despertaron el interés de varios países de la región, entre ellos la Argentina.
Estos dos fármacos son los más avanzados entre los cinco en investigación en la isla (los otros son Soberana 01, Soberana Plus y Mambisa), más un sexto en estudio junto a científicos chinos, llamado Pan-Corona, y que apunta ser un inmunizante de próxima generación que sea más efectivo ante las distintas sepa del SARS-CoV-2.
Unas 1.115.335 personas ya comenzaron a ser vacunadas con la Abdala, en la última fase de ensayos clínicos y en etapa de análisis y evaluación de esos resultados, o la Soberana 02, que esta semana concluyó su tercera fase de ensayos, de acuerdo al último balance informado por el diario oficial Granma.
«Vacunarse es una fiesta de la soberanía. En los puestos médicos se están viviendo momentos memorables», tuiteó el presidente Miguel Díaz-Canel al celebrar el avance de los ensayos.
Tanto la Abdala como la Soberana 02 requieren tres dosis para lograr una inmunización completa, aunque en el caso de la última se estudió, con buenos resultados según las autoridades sanitarias, que sean dos las inyecciones y que la tercera sea la Soberana Plus, ambas desarrolladas por el Instituto Finlay, responsable también de la primera vacuna que hubo en el mundo contra el meningococo B en 1989.
«Nosotros pensamos que ya en junio tendremos inmunizadas a 22,6% de la población, en julio 33,5% y en agosto al 70%», pronosticó el ministro de Salud, José Ángel Portal, durante una participación en el programa de debate Mesa Redonda.
Las autoridades estiman además que el mes próximo el ente regulador cubano otorgará la aprobación para el uso de emergencia, al menos para la Soberana 02, y se comience la inmunización masiva en momentos en que el país de poco más de 11 millones de habitantes registra un repunte de casos de la Covid-19 con poco más de un millar de contagios diarios en los últimos 10 días.
Mientras tanto, el operativo se hace bajo un modelo que se llama intervención sanitaria, con voluntarios de grupos de riesgo, como el personal sanitario, y en territorios de mayor transmisión del virus en provincias como La Habana, Santiago de Cuba o Matanzas.
Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, ente que desarrolla la Abdala, estimó esta semana que en 2021 se conseguirá inmunizar a toda la población adulta de la isla, mientras que todavía no hay ensayos clínicos en marcha para testear los inmunizantes en menores de edad.
Si bien no hay información oficial sobre una futura exportación de fármacos, en un contexto mundial de escasez ya hay varios países que demostraron su interés como México, Jamaica y la Argentina.
«Las vacunas están funcionando y no hubo inconvenientes o efectos adversos», explicó a Télam el embajador argentino en Cuba, Luis Ilarregui, que aclaró que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) comenzará su evaluación para su uso en el país una vez que termine la fase 3 de desarrollo.
El diplomático destacó que una isla tan chica en la escala global pueda, pese al bloqueo impuesto por Estados Unidos, tener dos candidatas en la última etapa de ensayos clínicos.
«Habla de una planificación del Estado y de una educación científica de primer nivel que le permite estar en el grupo de los grandes países que pueden producir su propia vacuna», indicó.
«Acá circula un título que es muy llamativo, que lo ponen en términos potenciales, de que Cuba podría ser el primer país que vacune a toda su población con una vacuna propia», añadió.
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