“Estoy aquí para reafirmar el compromiso de mi gobierno hacia un futuro más pacífico y próspero”.

Durante su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abogó por “una solución de dos Estados” entre Israel y Palestina y aseguró que la Casa Blanca no intenta iniciar “una nueva Guerra Fría” en términos comerciales con China.
“Estoy aquí para reafirmar el compromiso de mi gobierno hacia un futuro más pacífico y próspero”, definió el mandatario norteamericano durante la inauguración de la 76º asamblea del organismo internacional, que tiene sede en Nueva York.
Frente a los líderes mundiales, el titular de la Casa Blanca hizo una reivindicación al multilateralismo y al fortalecimiento de las organizaciones y sintetizó algunas de las medidas de su administración que revirtieron la posición que la potencia internacional había tomado durante el gobierno de Donald Trump, como por ejemplo su salida del Acuerdo de París y del Comité de Derechos Humanos de la ONU.
Más allá de las referencias generales, una de las definiciones más trascendentes que planteó el mandatario fue sobre su relación con China, el gigante asiático con quien Washington tiene abierta una guerra comercial. “No estamos buscando una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, dijo al respecto, aunque procuró no mencionar a China.
“Estados Unidos está dispuesto a trabajar con cualquier nación que se comprometa y busque una solución pacífica para compartir los desafíos, a pesar de que tenemos intensos desacuerdos en otras áreas», añadió.
También se refirió a otro tema siempre candente para los Estados Unidos, el conflicto entre Israel y Palestina. Dijo que “el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es incuestionable» pero se expresó a favor de “una solución de dos Estados”.
“Es la mejor manera de asegurar el futuro de Israel como un Estado judío democrático, viviendo en paz junto a un Estado palestino viable, soberano y democrático», agregó aunque reconoció que “en este momento estamos muy lejos de ese objetivo”.
De la misma manera hizo una breve referencia al papel que jugará Estados Unidos luego de su derrotada salida de Afganistán, tras 20 años de ocupación. Washington está «abriendo una nueva era de diplomacia», según dijo. No obstante, indicó que sigue dispuesto a usar la fuerza «si fuera necesario», a pesar de que el poder militar debe ser una «herramienta de último recurso».
Biden también comprometió a su país a “trabajar para salvar vidas frente al Covid-19, enfrentar la amenaza del desafío ambiental y defender la dignidad humanidad y los derechos que se forjaron en esta institución”.
Adelantó que en los próximos días anunciará «más compromisos» para combatir la pandemia y prometió que se responsabilizará de «objetivos específicos en tres desafíos clave: salvar vidas ahora, vacunar al mundo y reconstruir mejor».