El procedimiento de suicidio asistido se realizó bajo supervisión médica y el acompañamiento de su familia, amigos, y abogados de la asociación, según se informó.

El primer paciente que tuvo acceso al suicidio médicamente asistido en Italia, legalizado por una sentencia del Tribunal Constitucional, falleció este jueves, según anunció la asociación Luca Coscioni que milita por la legalización de la práctica.
Federico Carboni, conocido hasta ahora con el seudónimo de «Mario» para preservar su intimidad, murió este jueves a las 11.05 (6.05 hora argentina), después de haberse inyectado en su domicilio una droga letal a través de a un aparato especial, que tiene un costo de aproximadamente 5.000 euros y para el cual la asociación Luca Coscioni había recaudado fondos, informó la organización a través de un comunicado de prensa.
En ausencia de una ley, el Estado italiano no se hizo cargo de los costos de asistencia al suicidio asistido y dispensación de la droga, a pesar de que la técnica está permitida por el Tribunal Constitucional.
El procedimiento de suicidio asistido se realizó bajo supervisión médica y el acompañamiento de su familia, amigos, y abogados de la asociación, según se informó.
La aprobación de la práctica había llegado el 9 de febrero, con el dictamen sobre la droga y sobre los métodos de «ejecución», luego de casi dos años desde la primera solicitud y luego de una larga batalla legal, en la que contó con la asistencia de la asociación Luca Coscioni.