Un fuerte condena recayó en los directivos del Ingenio La Corona por la contaminación ocasionada en la cuenca del Río Salí-Dulce.
La reciente condena a los directivos del ingenio La Corona por la contaminación de la cuenca del Río Salí-Dulce ha generado una fuerte repercusión, especialmente en la provincia de Santiago del Estero, que se ha visto gravemente afectada por este desastre ambiental. La cuenca, que es vital para la región, ha sufrido daños significativos debido a las prácticas irresponsables de la empresa, que durante más de una década arrojó desechos peligrosos en los cursos de agua.
Alicia Inés Petit y Enrique Fausto González, presidenta del directorio y director del ingenio La Corona, respectivamente, fueron condenados a tres años de prisión de ejecución condicional tras reconocer su responsabilidad en un acuerdo de juicio abreviado. Además, la empresa Distribuidora Tucumana de Azúcares S.A., actual operadora del ingenio, deberá pagar 75 millones de pesos en concepto de reparación por el daño ambiental ocasionado.
Este caso ha puesto de relieve la necesidad urgente de proteger los recursos naturales de Santiago del Estero, donde la cuenca Salí-Dulce juega un papel crucial en el ecosistema local y en el bienestar de sus habitantes. La contaminación provocada por el ingenio no solo ha dañado el medio ambiente, sino que también ha generado graves problemas de salud en la población, incluyendo enfermedades bronquiales, oftalmológicas y pulmonares.
La condena y la multa impuestas en este caso son vistas como un paso importante hacia la justicia ambiental, pero también subrayan la necesidad de una vigilancia más estricta y de acciones preventivas para evitar que se repitan situaciones similares. La cuenca Salí-Dulce es un recurso invaluable, y su preservación es esencial para garantizar un futuro sostenible para Santiago del Estero y las comunidades que dependen de ella.
Este fallo debe servir como un llamado de atención para todas las industrias que operan en la región, recordándoles su responsabilidad de operar de manera respetuosa con el medio ambiente. El daño causado es un recordatorio doloroso de las consecuencias de la negligencia ambiental, y la provincia de Santiago del Estero seguirá exigiendo que se respeten y protejan sus recursos naturales para las generaciones futuras.