La Tarjeta Alimentar permitió que menos chicos de entre 0 y 4 años no pasaran hambre con respecto a 2019 pero se agravó la situación entre los de 5 a 17 años.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió en su último informe que «la inseguridad alimentaria se incrementó 4 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, mientras que la situación más grave y que afecta de modo directo a los niños/as y adolescentes subió 1,5 puntos porcentuales». Destacó sin embargo el buen resultado de la Tarjeta Alimentar entre los niños de 0 a 4 años cuya situación mejoró con respecto al año pasado a pesar de la pandemia.
En esa línea la UCA señaló que «los más afectados fueron los adolescentes, mientras que la infancia temprana fue la más protegida».
El informe destacó el «efecto positivo y protector de la Tarjeta Alimentar de la primera infancia en el espacio de la alimentación. A igual situación de pobreza e indigencia los niños/as sin la TA tuvieron el doble de probabilidad de experimentar inseguridad alimentaria severa que pares con el beneficio de la TA».
De acuerdo con el informe de la UCA más de dos millones de menores de 17 años padecieron de inseguridad alimentaria en algún momento de este año.
La franja etaria más afectada fue la de los chicos de entre 13 y 17 años entre quienes se registraron 465 mil más con “insuficiencia alimentaria severa” en relación a 2019.
La UCA señaló además que «la pobreza e indigencia en términos monetarios guarda analogía con la inseguridad alimentaria, la primera se incrementó en 4,6 puntos porcentuales y la segunda en 1,2 puntos porcentuales. La primera infancia estuvo más protegida de la indigencia y los adolescentes fueron los más afectados. Las infancias del estrato bajo integrado fueron afectadas en mayor medida respecto de 2019 por la indigencia y la inseguridad alimentaria severa».
Y destaca que «el efecto de las transferencias de ingresos (TA, IFE, AUH, PNC), es estima en 8,6 puntos porectuales en la tasa de pobreza».
Para la UCA «las transferencia de ingresos concentraron su efecto distributivo en la pobreza extrema (indigencia monetaria e inseguridad alimentaria severa), y fue muy limitado su efecto sobre la pobreza y vulnerabilidad de los hogares en el acceso a los alimentos en cantidad y calidad».